Dieta y  Comportamiento

Para conseguir que nuestras intenciones sean rectas y sinceras debemos actuar de acuerdo con nuestras inclinaciones naturales.

Cuando el alma se haya agitada por la cólera o cohibida por el temor, carece de fortaleza;

Cuando el alma se haya embriagada por el placer, no puede mantenerse fuerte; 

Cuando el alma se haya abrumada por el dolor, tampoco puede alcanzar esta fortaleza. 

Cuando nuestro espíritu se haya turbado por cualquier motivo, miramos y no nos vemos, 

escuchamos y no nos oímos,

comemos y no saboreamos.

Confucio

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