Dicen que “a mal tiempo, buena cara”. Dado que la cara es el reflejo de la condición interna. Ocúpate de mejorar tu casa interna (cuerpo físico), para que así puedas tener mejores ideas (cuerpo mental) y puedas relacionarte de manera más armónica (cuerpo emocional). Algunas sugerencias:
- Elige, en general, alimentos frente a comestibles; los alimentos son frescos, integrales y sin manipular: cereales integrales, verduras, frutas, legumbres, semillas, pescado, huevo y carne. Comestibles es todo lo manipulado: refrescos, cereales de desayuno, azúcar, sal refinada, bollería, comida preparada y precocinada, chocolate, dulces y toda lata o conserva con aditivos.
- Si comes como base de tu comida carne industrial, alimentada con pienso formado de trigo, maíz y soja, y comes, a menudo, comestibles que lo contengan, tenderás a perder tu libertad, tu lucidez y tu capacidad de reflexión y análisis crítico y te costará tomar decisiones apropiadas y encontrar oportunidades convenientes.
- Elimina todo producto alimentario que lleve jarabe de maíz, es alto en fructosa y bastante más nocivo que el propio azúcar. La mayoría de los productos “sin azúcar” lo llevan.
- Todos los comestibles donde aparece “sin”, “light”, “zero”, “semi”, “diet” o “bajo” están altamente manipulados y fragmentados, no sacian y te hacen comer más y debilitarte.
- A más alimentos refinados: cereales, aceite, harinas, sal, vinagre, azúcar… más insatisfacción y más necesidad de picar entre horas y ansiedad por comer.
- Trata de cocinar tu comida, la mayoría de la comida cocinada por otros o preparada es alta en sal, azúcar, aceites y grasas. Cuidate a ti tanto como cuidas a quienes más quieres.
- Los alimentos frescos están vivos, especialmente los vegetales, si no quieres anquilosarte, volverte rígido y desvitalizarte, incorpora más verduras y frutas, llena de colores tu plato y come a diario verde. El planeta lo necesita y tus células también.
- Aprovecha el verano para comer más alimentos frescos y vegetales sin enfriar en exceso tu cuerpo. Si comes muchos helados y comidas y bebidas muy frías, te enfriarás, debilitarás tu digestión y en otoño tenderás a tener más catarros con el fin de sacar el frío del cuerpo.
- Aunque te atosiguen a comer más y a ofrecerte más cantidad de alimentos a menor precio. Prioriza la calidad a la cantidad. Mejor es comer menos de buena calidad que mucho de calidad pobre, ya que a la larga lo pagará tu salud.
- Trata de comer sentado y a tus horas. Fijate si comes por hambre, por aburrimiento o para compensar insatisfacciones. Observa si la comida refinada y manipulada te crea adicción y te hace pedir más. Orienta lo que comes hacia tu beneficio propio, no el de las multinacionales de la comida o la publicidad televisiva. Este verano practica respetar tu cuerpo… te lo agradecerá.