La oferta alimentaria es tan pobre, tan manipulada, tan procesada y los alimentos que:
- antes (hace décadas) contenían suficientes trazas de minerales y sustancias protectoras...
- hoy día, contienen muy pocos nutrientes vitales: casi nulo magnesio, muy poco selenio, grasas de baja calidad y mínima biodisponibilidad de vitaminas o enzimas,
- a la vez que una alta cantidad de sustancias residuales y tóxicas que dificultan el proceso de autocuración del organismo
- y finalmente muy poco prana, esto es, sustancias vitales, vivas, con energía y con capacidad de regeneración y de contrarrestar la oxidación de la vida moderna.
Hoy día no basta con comer sano.
Necesitamos:
- un "input", un "algo" que se diría coloquialmente, para regenerar nuestra sangre y nuestra memoria celular
- un aporte que nos ayude a sacar lo mejor que tenemos, a desarrollar nuestro potencial y a salir de la dinámica envolvente de supervivencia, rutina, inconsciencia, dejación y/o resignación en la que tendemos a entrar
- y ese algo pasa por el combustible (alimento físico y anímico) que introducimos en nuestro cuerpo.
Resulta imprescindible superar la comida ultraprocesada, desvitalizada, pobre y artificial con la que nos encontramos a diario y acercarnos a obtener un combustible de mejor calidad, que no solo nos haga sobrevivir, sino revitalizarnos, ayudar a reparar estructuras y regenerarnos.
Mientras tu cuerpo se va adaptando y acercando a un nuevo y mejor combustible, pon atención en lo que tomas del entorno en forma de alimento... porque modela tu ser.