El calvario de la alimentación infantil


La vía más fácil de lograr que los niños rechacen los alimentos naturales y reales es ofrecerles alimentos procesados.
Cuando un niño come algo procesado o hiperprocesado (potitos, papillas, preparados lácteos, zumos industriales, golosinas...) cambia su paladar y lo que ocurre es que éste es fuertemente atraído por sabores específicos (hiperdulces, hipersalados o hipermodificados) y se crea una adicción, un enganche.
De modo que cuando prueba una alimento natural, sin tratar y sin saborizantes ni añadido industrial, no le gusta, le parece insípido y lo tienden a rechazar y...comienza el calvario con la comida infantil.
indirectamente los adultos los adiestramos en rechazar los alimentos naturales y adorar los industriales.

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