La alimentación infantil

Si existe una experiencia potente en la vida es la ma(pa)ternidad. Cuando un bebé viene al mundo los padres queremos lo mejor, y para ello la comida juega un papel relevante.
La experiencia terapéutica dice que la salud de una persona va a depender en gran medida de:




1.- La constitución (genética).

– Calidad del óvulo y el esperma en el momento de la concepción.

– La dieta y los hábitos en el embarazo.

2.- La condición vital.



La condición vital dependerá de la comida y pautas que el bebé tenga especialmente en los primeros estadios de su vida. Sabemos que para que algo florezca antes tiene que ser sembrado, y además que la calidad del fruto dependerá de la siembra. Es por esto, que gran parte de los padres ponen especial atención en la comida de sus hijos en los primeros años. En mi experiencia hay dos hechos fundamentales:

1.- La calidad de la comida ingerida por los recién nacidos, su primer alimento sólido y las pautas alimentarias aprendidas en los primeros años serán determinantes para la posterior sallud, donde, especialmente, las defensas, la fuerza digestiva y la lucidez mental dependerán muy mucho de la calidad de la comida ingerida (sea la dieta basicamente refinada, artificial, química y desvitalizada o integral, natural y vital).

2.- El que los padres muestren interés en que sus hijos coman bien, no implica sólo el adoptar una dieta más saludable para ellos, sino fundamentalmente el que los padres también se impliquen en mejorar sus patrones alimentarios. Los niños tienden a copiar lo que ven en sus progenitores, por lo que resulta esencial que los padres empiecen también a mejorar su relación con los alimentos. Esta sección trata de poner luz al excitante viaje que supone "educar a" y "aprender de" los niños puesto que en gran cantidad de casos, los niños viene a "enseñarnos a" cuidarnos más y comer mejor.

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