Elimina los lácteos
Son altos en mucosidad y la grasa que contienen interfieren, según la condición de la persona, la circulación cerebralElimina las harinas: rebozados, enharinados, bollería, pastelería y pan
Especialmente las harinas refinadas, pero también las integralesDepura tu hígado
Reducir la ingesta de grasa y aumenta el consumo de verduras
Todos los alimentos procesados e industriales exige a saturar el hígado y movilizan demasiada energía en recuperar el equilibrio interno dañadoCuida tu ingesta y tus digestiones
A más comes, más saturación y menos claridad mental.
Evita comer en exceso y mejora tus digestiones.
A más pesadas las digestiones, más embotamiento mentalAyuna, come menos cantidad o haz monodietas
Cuando descansas de comer o viene solo para limpiarte, tu cuerpo se reactiva y tu mente se despeja: Asesórate antes de hacerlo.Desapégate, no acumules tanto y crea orden y limpieza
Mejoras tu claridad cuando:
ordenas tus cosas y tu espacio y comes con orden,
tiras aquello que es innecesario y dejas de comer lo que te sobrecarga
y aprendes a despegarte de cosas, personas, alimentosEvita la acidificación de tu sangre
Reducir el consumo de proteína animal y eliminar los azúcares refinados.
Un medio interno acidificado dificulta pensar y actuar con claridad y rapidezToma una ducha fría, respira hondo y muévete más
La ducha fría favorece la alcalinidad de la sangre y te activa.
El oxígeno aumenta la vitalidad interna
El ejercicio físico y los estiramientos ayudan a oxigenarte y estar más flexiblesCome granos (cereales integrales, legumbres y semillas) como base de tu dieta
Aportan grasas de calidad, nutren el sistema nervioso y mejoran la calidad de tu sangreDiferencia lo beneficioso de lo perjudicial
Si estamos saturados o cargados, nos cuesta identificar lo dañino
Si comemos limpio (granos, verduras, frutas y poco producto animal), nos
sentiremos más ligeros y limpios y notaremos más lo sucio y perjudicial